Contratiempos es de esas historietas por las que dan ganas de hacer y de leer historietas, pero sobre todo de hacer y de leer Contratiempos. Clásica e innovadora a la vez, Érica Villar nos mete de lleno pero sin estridencias en la historia de los personajes principales (Vera, Martín y Micaela) y en una galería muy rica de ¿secundarios?, como el viejito que se sienta en el banco de plaza o la viejita dueña de Lobo o el epistolar Horacio. Las cotidianeidades de una peluquería, de una oficina o de una plaza se transfiguran en lugares poco comunes de conflictos sencillos y profundos, como la vida misma.
“Cada cuadrito es un Aleph donde entra todo, si se sabe cómo decirlo, cómo dibujarlo”
Pablo De Santis
Ver más (+) Ver menos (-)