En el mismo momento en que ciertos intelectuales argentinos y prestigiosos acatan la existencia de una modalidad cultural popular para las regiones rurales -sobre todo el Noroeste-, comienzan a ignorar o a silenciar la actividad generadora de los núcleos poblacionales urbanos en un país -tal vez sería más propio hablar de una región, la rioplatense- que encabeza tales cambios. La inmigración hacia las ciudades capitales, con múltiples efectos de aculturación, trasplante e hibridaciones, marcaría luego con un signo indeleble toda la vida cultural latinoamericana de este siglo. Otro tanto podría decirse del ascenso de las clases medias, de la aparición de movimientos políticos y culturales designo nacional-popular, de las variadas resistencias contra los procesos de transnacionalización, etc. Es lo que trata de rastrear EDUARDO ROMANO en este volumen.